sábado, 5 de marzo de 2011

Crónicas desde la plazoleta


Con cara desnortada y ojos de cordero degollado, llegó ese hombre hasta donde me encontraba, al socaire del viento y bendecido por el tibio sol que calentaba mi cuerpo con tremenda racaneria. Claro que, por otra parte, es invierno y estoy en medio de la plazoleta, que como sabéis, es centro y confluencia de varias calles, que embocanan el viento y lo sueltan allí como si tiraran un fardo cuesta abajo. Me vió y se vino flechado hacia mi, como si me conociera de toda la vida, como si compartiéramos mesa y mantel a diario. Y claro, yo que no soy muy dado a hablar con cualquiera, que lamo mis heridas como perro solitario, mi quedé perplejo cuando aquel sujeto, bien vestido y con cara de loco me espetó:
-“Oiga usted, ¿ No le importaría contestarme unas preguntas?”.-
Quedóme un instante anonadado y sin saber que contestar; momento que el sujeto aprovechó para lanzarme la primera de sus misivas:
- “¿ Que le parece que el gobierno nos prohiba fumar en los bares?”. -
-Pues verá, yo no fumo... -
-“Ah... que usted no fuma”.-
- Pues no, no fumo, contesté, no he fumado en mi vida.-
-Ya, dijo. “¿ Y que le parece no poder jubilarse hasta los 67 años?”.-
- Pues, no me lo he planteado, aún me quedan algunos hasta entonces y espero cumplirlos.-
- “Ah... qué no se lo ha planteado...”.-
Pues no, no me lo he planteado, es más creo que no me jubilaré jamás.-
- “¿ Y que opina de no poder circular a más de 110 km por hora?”.-
- Pues no opino, amigo, no opino.-
- “Ah... que no opina”. “¿ Y qué piensa de la bajada de sueldos y de la congelación de las pensiones y del paro?”. -
- Pues no pienso,amigo, ni opino, es mejor no pensar en esas cosas que suben la tensión y a poco que te descuides te da un soponcio.
-“Ah... un soponcio”.-
- Si, un soponcio o un patatús, como usted prefiera. Y por cierto, ¿Usted quien es?
-“¡ Yo?”.-
- Si claro, usted.-
-“Pues uno que se creyó ciertas promesas y creo que me ha dado uno de esos patatús....”-

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