Y si el viento se torna del sur
se vuelve amigo,
nos susurra al oído
y nos cuenta su secreto.
Llueve,
nos trae el sentimiento
de las gotas que caen
y caen del cielo,
llorando.
Historias de lágrimas
que nadie ve,
que se deslizan suaves
por tiernas mejillas,
llegando a comisuras rosadas.
Labios que besan y sonríen
y susurran a su vez,
al viento,
amigo.
Se ha tornado del norte
al sur,
y llueve,
y la humedad suave
nos calienta el alma,
desnuda,
inmortal,
fría tras el largo invierno.
Y si el viento se torna del sur,
se vuelve amigo
y nos cuenta historias
que nunca antes se contaron,
que nunca jamás se contarán.
Y en el corazón reposan,
llegando a veces,
con la lluvia,
a correr hasta nuestros ojos
y derramarse furtivas
en lágrimas del viento.
Y si el viento se torna del sur,
yo, con él,
amigo,
me deshago en lágrimas
de lluvia...
lunes, 28 de febrero de 2011
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