El silencio es solo parte del pasado. También la soledad y la tristeza. Hoy he vuelto a tus viejos muros, colegio, de edificio singular y frío. A tus interminables pasillos de paredes ocres, desnudas. Miro a mi alrededor y está vacío. Yo ya no estoy allí. Estuve, hace tiempo, mucho tiempo, en otra eternidad, en otra vida. Ahora no hay silencio, ni soledad, ni tristeza. Nada, inmensa nada que todo lo envuelve, que juega entre tus paredes frías, que llena el lúgubre y remoto pasado. Traje gris forjado en melancolía. Ya nada es igual; ni patios, ni aulas, ni columnas, ni sombras. Tampoco yo; el otro, el que hace años estuvo aquí, ya no existe. Apenas si puedo recordarlo; simplemente lo olvidé. Forma parte de otra vida, de otra historia, de otro sueño efímero y sutil. De aquellos de entonces veo sus sombras, oigo sus voces; pero no los reconozco. Sus caras no los reflejan, no son ellos. Son otros, al igual que yo. !Oh el tiempo, el tiempo....!
martes, 25 de enero de 2011
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