El reflejo de tus ojos miré,
con mirada ausente.
Fui clavando poco a poco
mi pupila en tu pupila
y quedé absorto, hipnotizado,
fuera del mundo y la vida;
nada había más allá
del fulgor que desprendían.
Y en ese instante pensé,
-fugaz soplo de agonía-
que parece que más brillan
y más que brillar parecen
estrellas que al cielo miran...
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